domingo, junio 03, 2007

Eddie Condon, el raconteur




Contaba Brian Peerless, crítico de jazz, que Eddie Condon era un hombre muy dedicado en todas sus actividades incluso la bebida y la música. Frecuentemente se refería a sí mismo como solamente un administrador de clubes, y es cierto que operó un club muy exitoso en Manhattan durante 22 años. Pero describir a Condon como a un a administrador de clubes, es como decir que Winston Churchill era pintor. Condon fue un excelente guitarrista rítmico que trabajó duro por la música y por los músicos que admiraba. Un hombre con una agria elocuencia, a veces cruel, era sin embargo admirado por todos los que trabajaron para él durante años como un hombre justo que siempre pagaba a sus ayudantes oportunamente y que era fiel a su palabra.

Las habilidades de Condon como contador de anécdotas y promotor han causado a más de un crítico desmerecer su excelencia como músico.

Se decía que Condon ni siquiera tocaba su guitarra sino que simulaba hacerlo. Sin embargo en las grabaciones realizadas en 1957, unas vez reeditadas digitalmente, es posible oírlo claramente y no solamente sentir el realce que daba a la sección rítmica sino el ímpetu que daba a la banda entera. Era un verdadero catalizador, su espíritu contagioso dio a sus sesiones de grabación una vitalidad que es única para el tipo de música que tocaba –la tradicional.

Famoso por sus rápidos dichos ingeniosos como por la promoción musical, Condon logró dividendos a montones de su más famosa reprimenda. Respondiendo a un arrogante crítico francés de jazz, Eddie contragolpeó, "¿Vamos nosotros a Francia para decirles cómo pisar las uvas?"

Condon hizo su debut en grabaciones en 1927 tocando lo que más tarde se refirió como “El Estilo Chicago”

El “estilo” Chicago, en realidad no existió como tal. Fue la reunión de unos músicos blancos notables –Jimmy McPartland, corneta; Frank Teschemacher, clarinete; Bud Freeman, saxofón tenor; Joe Sullivan, piano; Eddie Condon, guitarra; Jim Lannigan, bajo/tuba y Gene Krupa, batería- mayormente de esa ciudad, que produjeron un jazz pleno de alegría en oposición al jazz comercializado, buscando nuevas formas personales de expresión inspirados en los New Orleans Rhythm Kings y en los Wolverines de Bix Beiderbecke, conjuntos ambos de músicos blancos, y en algunos grupos negros del sur de Chicago. Realizaron pocas grabaciones a fines de los veintes que concluyeron con la muerte de su mayor exponente, Frank Teschemacher y por la dispersión de los demás integrantes obligados a buscar trabajo en las orquestas comerciales para sobrevivir. Algunos han definido el estilo Chicago como una escuela, más que un estilo, pero fue el único intento de parte de los músicos blancos del norte para interpretar a su manera el jazz original de Nueva Orleans.

Preguntado una vez Condon sobre la diferencia entre la música de Chicago y la de Nueva Orleans, su respuesta ingeniosamente fue propia de su cosecha: “aproximadamente 1600 kilómetros”.

Quizás no haya tal cosa como un estilo Chicago, pero lo que no puede ser ignorado es que algún gran jazz provino de esa ciudad y durante su estadía allí, en los veintes, Condon oyó y fue influenciado por Bix Beiderbecke y los New Orleans Rhythm Kings, como ya se ha manifestado, así como también por King Oliver, Louis Armstrong, Jimmie Noone y por la gran cantante de blues Bessie Smith. Condon y sus amigos músicos fueron los primeros en admitir abiertamente su deuda con los grandes ejecutantes negros del período. En 1929, escasamente después de mudarse a Nueva York, Condon organizó una de las primeras sesiones de grabación racialmente integradas –adelantándose por varios años a Benny Goodman quien lo hizo en 1936- y desde entonces hasta el fin de su vida luchó contra la barrera del color, en la forma más práctica, alquilando músicos por méritos no por pigmentación.

El impulso de Eddie era imparable y desarrolló útiles conexiones en el periodismo y en el campo de la publicidad y esas fuerzas combinadas para impulsar un número de conciertos y ocasionalmente sesiones de grabación. El núcleo de Condon finalmente se estableció por un período de ocho años en el Nick's, en Greenwich Village, con interrupciones por varias disputas de corta duración con Nick mismo y por una corta gira con Lee Willey (cuando eran conocidos como la banda Summa Cum Laude). En 1945, Eddie abandonó el Nick's para siempre. Condon dio sus razones: "Nick nos informó que estaba alzando el precio de los tragos para los músicos". Pero en efecto estaba partiendo para abrir su propio lugar.

La ubicación original de éste estaba en la 47 W. 3rd Street. Para 1958 se había reubicado en 330E. 56th Street y permaneció allí hasta 1967, cuando se retiró del negocio de clubes nocturnos para siempre. Tras la muerte de Condon, un club llevando su nombre abrió en West 54th Street. Operado por los músicos Red Balaban y Ed Polcer, floreció hasta 1985 cuando el local fue demolido para dar paso a una torre de oficinas

Si Condon disfrutaba de la música sin restricciones, de la misma forma gustaba del alcohol, y el daño a su páncreas (que eventualmente le arrebató la vida), tenía a su familia enormemente preocupada. Pero fue rebelde hasta el final. Para curar una resaca siempre aconsejaba: "Tome el jugo de dos litros de whisky."

Carlos Alberto 03/06/2007

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