jueves, junio 21, 2007

Bessie, la majestuosa Emperatriz Parte 3


Para enero 10 de 1924 la Columbia Phonograph Company estaba solamente a seis meses de distancia de proclamar oficialmente su reorganización y Bessie Smith, con otras ocho grabaciones aceptables tras ella, se preparaba para otra gira.

Para mayo 8 de 1929, hasta marzo 27 de 1930, Bessie Smith, con la voz ligeramente más áspera, estaba sintiendo los efectos del cambio en los gustos musicales en un país que estaba comenzando a caerse a pedazos económicamente. El vodevil, el medio más importante para los cantantes de blues clásicos estaba siendo asesinado por la radio y la ominosa amenaza de la Depresión estaba empezando a debilitar la industria del entretenimiento.

Tras una ausencia cercana a los ocho y medio meses (la más larga en su carrera), Bessie reasume su actividad de grabaciones el 8 de mayo de 1929, con tres temas chillonamente obscenos escritos por Andy Razaf.

Razaf cuyo verdadero nombre era Andreamenentania Paul Razafinkeriefo, era el sobrino de la reina Ranavalona de Madagascar. Es mejor conocido por su colaboración con Fats Waller y como el letrista de Honeysuckle Rose, Memories Of You, Ain't Misbehavin', Stompin' At The Savoy e In The Mood.

Clarence Williams, el acompañante original de la Srta. Smith, estuvo a mano por primera vez en más de tres años, como lo estuvo Eddie Lang, un guitarrista blanco que frecuentemente grababa con artistas negros bajo el seudónimo de "Blind Willie Dunn" -que más tarde se volvió acompañante de Bing Crosby.

Bastante extraño, los primeros dos temas de la cita, I'm Wild About That Thing y You've Got To Give Me Some, tienen idéntica melodía, acreditada a Clarence Williams; ésta asoma por tercera vez en It Makes My Love Come Down, grabada tres y medio meses después y esta vez el crédito es para la Srta. Smith.

Kitchen Man tiene una melodía más interesante, aunque letra igualmente sugerente. Note cómo la Srta. Smith pronuncia la palabra footman -ésta es pronunciada foorman, sugiriendo que a Bessie se le puede haber entregado material no familiar en el estudio.

Algo del estridente aire de esa sesión es conservado en I've Got What It Takes, grabado una semana después, mientras que Nobody Knows You When You're Down And Out -de la misma fecha- es un definitivo contraste. Esta es una de las más delicadas y ciertamente una de las más conmovedoras de la carrera de Bessie. Podría haber estado cantando sobre ella misma, porque se había dado cuenta que su dinero le había comprado muchos amigos que se habían desvanecido conforme su atractivo comercial se desvaneció. La banda de cinco elementos es soberbia con la corneta de Ed Allen y la tuba de Cyrus St. Clair proporcionando un escenario apropiadamente sombrío.

En algún momento, durante el verano (jun/set) de 1929, probablemente en agosto, Bessie Smith realizó St. Louis Blues, una película de 17 minutos en la cual actúa cantando una extensa versión del tema título. El acompañamiento es proporcionado por James P. Johnson, miembros de la orquesta de Fletcher Henderson, un gran coro mixto conducido por J. Rosamunde Johnson y algunas cuerdas, todo esto sin ahogar su voz. Sin embargo, es la más larga ejecución disponible sostenida por la Srta. Smith y el único metraje conocido de ella en acción. Fue dirigida por Dudley Murphy (quien posteriormente dirigió El Emperador Jones de Eugene O'Neill), nunca fue oficialmente estrenada y ninguna copia se encontró hasta mediados de los cuarentas cuando una fue descubierta en Méjico.

El 20 de agosto, presumiblemente tras completar la película, Bessie Smith realizó la primera de tres sesiones en las cuales fue acompañada por James P. Johnson, su pianista favorito. Para el 11 de octubre de 1929 habían grabado diez caras, ocho de las cuales han sobrevivido. Son colaboraciones clásicas entre dos artistas que fueron indisputablemente los mejores en su campo.

Menos de dos semanas después, la bolsa de valores quebró. Las ultimas seis grabaciones de Bessie habían sido blues deprimentes, casi morbosos. Solamente 6275 impresiones habían sido ordenadas de su última circulación, como oposición a sus 26,250 de una de sus grabaciones de 1925. Su siguiente pareja de grabaciones, Keep It To Yourself y New Orleans Hop Scop Blues, fue un acontecimiento más animoso, pero Columbia, duramente golpeada por la Depresión ordenó solamente 4,150 copias. Para julio de 1932, cuando el último lanzamiento Columbia de la Srta. Smith, Shipwreck Blues, fue emitido, ese número había descendido a unas meras 400 copias.

Aunque había habido momentos cuando su voz parecía estar fallándole, estaba siempre en excelente forma cuando su carrera de grabaciones llegó a su fin. Ella pensó que los blues estaban muertos, la industria del disco pensó que ella estaba muerta - la historia iría a probar que ambos estaban equivocados.


Carlos Alberto 21/06/2007

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