miércoles, febrero 25, 2009

Sonny Rollins, el Gurú


Cuando Sonny Rollins coge su saxofón tenor, el mundo escucha. Por cerca de medio siglo ha tocado música con la majestad de un dios griego, y hoy permanece como uno de los pocos íconos sobrevivientes de la era dorada del jazz que probablemente nunca será igualada.

Bret Primack

Cuando Sonny Rollins abrió su portal en internet a finales del 2005, el comentarista Bret Primack, rendido admirador de Sonny, la ultima leyenda viva del jazz de la prolífica generación de Gordon y Coltrane que se mantiene vigente a sus más de setenta años tocando, como todos los grandes, cada vez mejor, -escribió un artículo inicial, casi una biografía íntima de Sonny, que trascribimos parcialmente.

La mayoría de mis héroes han desaparecido hace tiempo, y hay solamente unos cuantos mentores todavía en existencia en este nuevo milenio. De manera que tengo la suerte de tener a este notable individuo en mi vida, una fuente de guía, inspiración y verdad.

Recuerdo, bastante bien, la primera vez que encontré a Sonny Rollins. Fue en el otoño de 1978, cuando yo escribía para Down Beat. Para cubrir un reportaje de primera plana, viajé a su hogar en las afueras de Nueva York para una entrevista con el Coloso del Saxofón.

Pasados los años, he oído su música tanto en grabaciones como en algunas notables presentaciones. También leí todo acerca de este hombre y los más dramáticos episodios de su vida. Aunque tenía una reputación de ser un “gato rudo”, no me intimidé con el proyecto de reunirme con él.

Pero después que su esposa Lucille me recogió en la estación del tren y abrió la puerta de su simple pero acogedor hogar, levanté la vista hacia las escaleras y vi a un hombre que parecía ser de aproximadamente dos metros cuarenta de estatura.

Intercambiamos saludos, e inmediatamente preparé mi grabadora, para empezar. Inicialmente, Rollins estaba tranquilo, amigable, de hablar poco. Yo tenía mis preguntas, y él sus respuestas, pero no salieron fácilmente. Tras hacer la primera pregunta, él hizo una pausa. Después de la segunda, una pausa mayor. Tras la tercera, una aún más larga.

No podía leer su mente, pero podía sentirlo calcular, como hace con sus improvisaciones. Había un pensador, un individuo pensando profundamente, obviamente lo suficiente inteligente y auto consciente.

Al mismo tiempo estaba su presencia, su poderosa fuerza vital, la misma que se sentía cuando se le oía en persona. La misma que se puede sentir cuando toca. Hay un montón de energía saliendo de su instrumento, la suficiente para calentar un frígido departamento en un día de frío invierno.

Algunos dicen que la fuerza vital de uno es una manifestación de una fuente mayor, y en el caso de Sonny, diría que está conectada al universo en una forma que pocas gentes experimentan jamás. Está escrito que esta conexión con las cosas más profundas es natural para alguna gente, y para otros, viene a través de la meditación o la plegaria. Es casi como si estuviera anclado a una fuerza superior, a una vibración más profunda,

Sospecho que Sonny nació de esta manera, pero es también un hombre buscando un significado más profundo a la vida, y de esta manera ha realizado una considerable cantidad de trabajo en sí mismo a través de los años. Su música es una meditación, también ha practicado yoga por décadas y pasado tiempo en una ashram* india.

Así, esas largas pausas eran verdaderamente bendiciones, porque sólo me daban una oportunidad para “estar” con Sonny. Una cosa es sentarse y hablar y otra sentarse en su sala, mientras él piensa. Aquellas fueron algunas de las poderosas primeras impresiones sobre este hombre.

La entrevista, que la tengo en un número atrasado, en alguna parte, concluyó, y entonces me uní a Sonny y Lucille en su cocina para servirnos un almuerzo. Inmediatamente, me sentí completamente en casa, como si los conociera toda mi vida. Este hombre cuyo arte ha sido celebrado globalmente por más de medio siglo, tenía a Buda como humildad, sin embargo, el fuego estaba presente, y estaba, obviamente, dedicado a su música. Tras el almuerzo salimos a su estudio, el lugar donde practicaba, el depósito de leña de Sonny. Pasó mucho tiempo en ese lugar.

Unas pocas horas después, estaba de regreso en Manhattan. Y así empezó una amistad única que perdura. Pasados los años, Sonny se ha convertido en un mentor espiritual para mí. Ha habido muchas discusiones sobre grandes interrogantes, aquellas que nunca podemos responder. Ambos somos intolerantes y comprometidos acerca de los temas de nuestra era. Y compartimos también una apreciación del lado más débil. Una conversación con Sonny puede fácilmente discurrir desde Noam Chomsky hasta Myron Cohen.

Para mí, Sonny es como el Dalai Lama, o Gandhi. Posee una cualidad angélica, que es rara en una época donde el ego y la codicia reinan supremos. No soy lo que se llamaría un religioso pero soy de herencia judía, de manera que cuando pienso en Sonny Rollins como mi rabino, es porque es el líder espiritual de nuestra comunidad jazzística, un escolástico estimado y profesor calificado para explicar materias de naturaleza espiritual, tanto en palabras como en acciones.

Casi todos los que han oído su música, lo han visto en vivo, o reunido con él, han sido tocados por Sonny Rollins. Sin embargo, hasta este website, además de la oportunidad de encuentros y correo de admiradores, poca gente ha tenido la oportunidad, sólo de hacerle saber, cuán significativa ha sido su música para tanta gente en este planeta.

Cuando recibí el llamado para hacer la website de Sonny, pensé que era un proyecto de importancia única. Conociendo a este hombre, y habiendo recibido tanto de él a través de los años, coloque esto en un plano diferente a cualquier otro proyecto de mi portafolio creativo.

De manera que reconocí que el Libro de Huéspedes sería un componente clave. Obviamente, él no estaría dispuesto a responder cada interrogante individualmente, pero podría leer cada una, y comentarla cuando fuera posible.

“No quiero sonar como si estuviera tocando mi propio instrumento, Bret,” me dijo cuando empezamos por primera vez. De manera que en este punto, no hay biografía en el sitio. En su lugar, la vida de Sonny es documentada a través de las entradas en el Libro de Huéspedes, y en la página de Reflexiones, donde los compañeros de banda, amigos y discípulos ofrecen sus perspectivas en audio.

Puse también un videoclip de Sonny tocando “Don’t Stop the Carnival”. Es una breve pero memorable captura de la esencia de su música e incluye a su sobrino, Clifton Anderson, el trombonista, quien junto con Terri Hinte, proveyeron considerable apoyo en la creación del sitio. Así, en adición a las palabras, tanto habladas como escritas, hay un video y un audio en el site para compartir el legado de Sonny e introducir sus contribuciones a nuevos oyentes.

Han sido doce meses difíciles para Sonny. Perdió a su esposa por cerca de cincuenta años, una maravillosa mujer que lo cuidaba a él y a sus negocios. Perdió también a su perro. Un íntimo amigo de confianza. Cuatro años atrás experimentó el once de setiembre, directamente, en su departamento de Nueva York, pero unas cuantas manzanas lejos del World Trade Center. Tras ser evacuado con solamente su saxofón, eventualmente tuvo que dejar el departamento dañado por el humo, perdiendo su piano, música y libros apreciados.

Sin embargo, su espíritu no está debilitado, la poderosa esencia de su creatividad es siempre fuerte.

Más bien que explotar su elevado lugar en el mundo del jazz, Rollins escoge prudentemente sus compromisos creativos, trabajando solamente cuando lo elige y grabando esporádicamente. En consecuencia, cada aparición en vivo de Rollins y cada nueva grabación que documenta su augusta creatividad, es como una rara gema, para ser admirada y estudiada.

Ashram: Lugar de retiro religioso para los hindúes en la India sub-continental, un ermitaño

Carlos Alberto 25/02/2009

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