jueves, mayo 29, 2008

El Clarinete en el Jazz – Parte VIII


El enigmático Frank Teschemacher permanece controversial debido en parte a la brevedad de su carrera de grabaciones. La mayoría estará de acuerdo en que su técnica era ciertamente ardiente, enérgica, no convencional y primitiva, quizás aún pobre en algunos aspectos. Otros dirán que cualquier deficiencia simplemente indica un trabajo en progreso y que si hubiera vivido solamente unos cuantos años más, su pensamiento musical hubiera sido ampliamente imitado y la historia lo mostraría como un brillante innovador. Los demás dirán que su tendencia en el clarinete era tan fundamentalmente defectuosa, torpe, totalmente rara y excéntrica como para ser autolimitativa.
Teschemacher ignoró a sus críticos. Sabía hacia dónde estaba yendo, aún si no siempre lo lograba, y usualmente parecía no comprometido acerca si alguien comprendía o se interesaba. Frank Teschemacher tocaba jazz para Frank Teschemacher.

Mike Donovan

Frank Teschemacher (1906-1932) Fue una de las primeras leyendas, Frank Teschemacher fue un emocionante aunque errático clarinetista y altoista que fue un importante participante en la escena jazzística de Chicago de los años veinte. Miembro del fabuloso Austin High School Gang de los jóvenes músicos del jazz de Chicago, Teschemacher empezó grabando en 1927 con los McKenzie-Condon Chicagoans, aunque observadores de dicho período han establecido que sus grabaciones no eran tan fuertes como sus actuaciones en vivo. Excelente músico cuyos solos son algo reminiscentes de su contemporáneo Pee Wee Russell, Teschemacher grabó en Chicago con una variedad de grupos coincidentemente escogidos, en 1927. Pasó 1928 en Nueva York, donde tocó con Ben Pollack, Sam Lanin y Red Nichols, y luego regresó a Chicago. Su vida fue cortada por un trágico accidente de tráfico, como pasajero en el carro conducido por su amigo el cornetista Wild Bill Davison, haciéndonos imaginar cómo Tesch (un buen, versátil músico) podría haber progresado en la era swing. Todas sus 34 grabaciones, más seis otras en las que podría encontrarse, están incluidas en un perfectamente logrado juego de 3 LP de Time/Life.

Omer Simeon (1902-1959) La carrera de Omer Simeon puede ser fácilmente dividida en tres partes debido a sus significativas asociaciones con Jelly Roll Morton, Earl Hines y Wilbur DeParis. Aunque nació en Nueva Orleáns, Simeon paradójicamente, no empezó a tocar el clarinete hasta que se mudó con su familia a Chicago en 1914. Omer Simeon fue otro de los grandes clarinetistas que tomara lecciones de Lorenzo Tio Jr., y pronto después trabajaría profesionalmente. Tras tocar en la banda de su hermano el violinista Al Simeon, Omer pasó cuatro años de 1923 a 1927 con la Creole Orchestra de Charlie Elgar. Fue durante este tiempo que se reunió con Jelly Roll Morton, convirtiéndose pronto en el clarinetista favorito de éste grabando juntos lados clásicos de 1926 a 1928. Entre estas varias joyas estaban Black Bottom Stomp; The Chant; Someday Sweetheart, donde toma un difícil solo en clarinete bajo; Doctor Jazz, y una ejecución en trío de la compleja Shreveport Stomp.

Simeon trabajó regularmente con King Oliver en 1927, y con su sucesor Louis Russell al año siguiente. Tras regresar a Chicago, estuvo con la Vendome Orchestra de Erskine Tate de 1928 a 1930 y luego se juntó a la gran banda de Earl Hines en 1931 y durante los siguientes seis años, destacando tanto en clarinete como en tenor, realizando múltiples grabaciones con el gran pianista. Después de dejar a Hines, Simeon pasó periodos más breves en las grandes bandas de Horace Henderson, en 1938; Walter Fuller en 1940, y Coleman Hawkins. Fue miembro de la famosa orquesta de Jimmie Luncefort de 1942 en adelante, y no solamente quedándose tras los años de declinación de las grandes bandas, sino permaneciendo tras la muerte de Luncefort durante los tres años que Ed Wilcox condujo la orquesta fantasma. Simeon grabó también dixieland con Kid Ory durante 1944 a 1945. De regreso a Nueva York, Simeon se convirtió en clarinetista de Wilbur DeParis en la New New Orleans Jazz Band, realizando giras y trabajando con el animoso ensamble hasta su muerte en 1959. Aunque fue un clarinetista altamente reconocido durante 35 años y considerado uno de los más técnicamente talentosos de todos los ejecutantes de lengüeta nacidos en Nueva Orleans, Omer Simeon solamente tuvo oportunidades de conducir sesiones de grabación para dos temas en 1929 y para una colección en trío para Jazztone en 1954. Jelly Roll Morton consideraba a Simeon como el mejor clarinetista de jazz.

Jimmy Hartwell (1900 - ) Un multiinstrumentista, las idas y venidas de Hartwell están cubiertas por el velo del misterio, mientras los detalles de su muerte son completamente desconocidos. Su madre aparentemente, se tomó un tiempo en su carrera como organista para darle a luz alrededor de 1900, aunque nadie parece saber dónde este bendito evento tuvo lugar. Hartwell se muestra profesionalmente por primera vez con la banda Ten Foot, un combo de Chicago de los veintes y estuvo también tocando con los Melody Boys de Russ Wilkins durante ese mismo periodo. Posteriormente llega el suceso que le asegura un importante lugar en la historia del jazz cuando ayuda a iniciar la banda conocida como los Wolverines, para estar pronto asociado por siempre con el talentoso y perturbado trompetista y director de banda Bix Beiderbecke.

La suma de atención puesta a este artista en términos de investigación biográfica, incluyendo la historia de sus acompañantes, significa que para que Hartwell se borrara gradualmente de la faz de la escena musical por entero, debió haber habido una empresa considerable. Es conocido que en la primavera de 1925 dejó a Beiderbecke y se dirigió a Miami. Hartwell empezó tocando mayormente instrumentos de lengüeta, en ese punto, tomó cargo de su propia banda pero también trabajó como músico de número en la Miami Beach Band de Joe Strum. Se volvió contrabajista en los treintas a causa de su condición asmática y estuvo asociado con varias bandas de hoteles incluyendo una conducida por Carl Springer, durante la segunda Guerra Mundial. Después de esto el sendero termina. En los setentas en una referencia biográfica escrita por John Chilton, era ya considerado fallecido.

Don Murray (1904-1929) Un promisorio clarinetista, la temprana muerte de Don Murray –cinco días antes de su cumpleaños 25- significa que estará por siempre asociado con los años veinte y los músicos blancos de jazz de la era. La breve carrera de Murray lo encuentra tocando con alguno de los músicos mayores de jazz de ese tiempo. Fue tenor con los New Orleans Rhythm Kings por un corto periodo en 1923, y en Detroit estuvo con la orquesta de Jean Goldkette de 1923 a 1927, incluso cuando Bix Beiderbecke y Frankie Trumbauer fueron miembros de ésta de 1926 a 1927. Murray grabó con ambos en diferentes escenarios. Fue miembro de la legendaria orquesta de Adrian Rollini en 1927; trabajó también con Joe Venuti de 1927 a 1928; en las orquestas de teatro de Broadway y durante su último año, con Ted Lewis. Murray, quien nunca condujo una cita de grabación propia, apareció en el cortometraje de Lewis. Is Everybody Happy, escasamente antes de su prematura muerte por daños en el cráneo aparentemente causados por su caída contra un carro estacionado, estando en estado etílico. Ted Lewis decía que Murray fue el mejor clarinetista que había tenido jamás en su banda, alto elogio sin duda, desde que Jimmy Dorsey y Benny Goodman habían estado también en la banda de Lewis.

Jimmy Lytell (1904-1972) Uno de los clarinetistas más infravalorados en la historia del jazz, Jimmy Lytell fue uno de los primeros clarinetistas de verdadero estilo swing, pero nunca realmente logró mucha fama. Empezó tocando profesionalmente a la edad de doce años. Fue miembro de la Original Indiana Five en 1921 y de los Original Memphis Five con quienes grabó extensamente de 1922 a 1925. Pasó también parte de 1922 a 1924 como miembro de la declinante Original Dixieland Jazz Band. Posteriormente a finales de los veintes, Lytell se encontró frecuentemente entre estudios y orquestas –incluso como miembro de la plantilla de la NBC- más para programas de radio que en los escenarios de jazz, aunque se las arregló para combinar ambas facetas al ser director musical de The Chamber Music Society of Lower Basin Street, a comienzos de los cuarentas. Comenzando 1949 y en adelante por una década, actuó frecuentemente con los Original Memphis Five. Grabó con Connee Boswell a finales de los cincuenta y actuó en público hasta 1971. Como líder, Lytell grabó 18 temas de 1926 a 1928 y otros seis para el sello London en 1950.

Danny Polo (1901-1949) Un versátil clarinetista, su padre también lo era, fue uno de los mayores ejecutantes de los solistas swing, aunque no promocionado, de la era de las grandes bandas. Polo cogió el clarinete siendo bastante joven ya que tocaba en marching bands desde los ocho años. Como adolescente formó un dúo con el pianista Claude Thornhill. Polo trabajó también con Elmer Schoebel en 1923; visitó Nueva Orleáns con la banda de Merritt Brunies y tuvo compromisos con Arnold Johnson, Ben Bernie y con Jean Goldkette por tres meses, cubriendo la silla dejada por Don Murray en 1926. Después de trabajar con Paul Ash, Polo, junto con el baterista Dave Tough, se dirigió a Europa en el verano de 1927. Trabajó con George Carthart, Arthur Briggs, Lud Gluskin y otras bandas en ese continente.

Polo permaneció en ultramar durante un tiempo tocando con Ambrose yendo y viniendo, en Londres de 1930 a 1935. Aunque regresó a los Estados Unidos en diciembre de 1935, volvió a Gran Bretaña tres años más tarde, volviéndose a juntar con Ambrose y trabajando en Paris con las orquestas de Ray Ventura. Polo se radicó en forma permanente en los Estados Unidos en octubre de 1939, trabajó allí con Joe Sullivan, doblando en tenor; con Jack Teagarden de 1940 a 1942; actuando incluso destacadamente en el soundtrack de la película de Bing Crosby, Birth of the Blues, y con la orquesta de Claude Thornhill. Cuando el pianista fue reclutado en la Segunda Guerra Mundial, Polo condujo sus propias bandas en el Medio Oeste, volviéndose a juntar a Thornhill en 1947 a tiempo de realizar sus mejores grabaciones. Polo, mientras trabajaba con Thornhill cayó súbitamente enfermo, muriendo en 1949 a la edad de 48 años. Además de aparecer como músico de número en sesiones de grabación con diversas bandas europeas y con Thornhill, donde su clarinete de estilo cool, funcionó bastante bien en las más complejas partituras de Gil Evans, Danny Polo condujo dos sesiones de grabación a su nombre en Londres, y una en París, durante 1937 a 1939.

Carlos Alberto 29/05/2008

1 comentario:

Anónimo dijo...

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