miércoles, marzo 26, 2008

Del Swing al Bebop en Saxofón - Parte II



Mucho antes que dejara Washington, (Ellington) había oído al músico de Nueva Orleáns, de quien se ha referido en inusualmente altos elogios, como "el fundamento", "el símbolo del jazz" y "el más grande de todos los creadores", Sidney Bechet.

"Siempre tocó del mismo modo, de la misma forma entonces como antes que muriera, recuerdo haberlo oído tocar ‘I'm Coming Virginia’ en 1921 -la cosa más grande que he oído en mi vida, nunca había escuchado algo como eso. Ello me impactó."

Duke Ellington

Sidney Bechet (1897-1959)
Fue el primer solista importante de jazz en grabaciones en la historia (superando a Louis Armstrong por unos cuantos meses) Un brillante clarinetista y saxofonista soprano con un amplio vibrato que sus oyentes adoraban o también odiaban. El estilo de Bechet no se desarrolló mucho a través de los años pero nunca perdió su entusiasmo ni su creatividad. Un maestro tanto en la improvisación colectiva como en la individual, en el género de jazz de Nueva Orleáns, Bechet fue un ejecutante tan dominante que los trompetistas hallaban muy difícil tocar con él. Bechet necesitaba tocar la conducción por encima de los otros vientos, dejándolos fuera de camino.

Sidney Bechet estudió clarinete en Nueva Orleáns con Lorenzo Tio, “Big Eye” Louis Nelson y George Baquet y desarrolló tan rápidamente que siendo niño ya tocaba con alguna de las bandas cumbres de la ciudad. Enseñó aún clarinete, y uno de sus estudiantes, Jimmie Noone, era verdaderamente dos años mayor que él. En 1917 viajó a Chicago y en 1919 se juntó a la orquesta de Will Marion Cook, excursionando a Europa con Cook y recibiendo una notable y bondadosa crítica de Ernst Ansermet. Mientras estuvo en ultramar encontró un saxo soprano en una tienda y, de allí en adelante, éste fue su instrumento principal. De regreso a los Estados Unidos, Bechet hizo su debut en grabación en 1923 con Clarence Williams y durante los siguientes dos años apareció en grabaciones respaldando a cantantes de blues, interactuando con Louis Armstrong y tocando algunos pasmosos solos. Estuvo con la temprana orquesta de Ellington durante un período y en algún momento contrató al joven Johnny Hodges para su propia banda. Sin embargo, de 1925 a 1929, Bechet estaba al otro lado del Atlántico viajando tan lejos como a Rusia pero involucrándose en líos que le causaron su paso por la cárcel, en Francia, por breve tiempo antes de ser deportado.

La mayor parte de los treinta fueron años de escasez para Bechet. Trabajó con Noble Sissle, entrando y saliendo, y tuvo una brillante sesión con los New Orleans Footwarmers en 1932 (destacando el trompetista Tommy Ladnier). Pero también dirigió una sastrería que fue más notable por sus jam sessions que por cualquier dinero que pudiera hacer. Sin embargo, en 1938 tuvo una grabación éxito con Summertime. Hugues Panassie colocó a Bechet como estrella en unas cuantas grabaciones y pronto éste estaba firmando para Bluebird donde grabó pocos pero excelentes clásicos durante los próximos tres años. Bechet trabajó regularmente en Nueva York, apareció en alguno de los conciertos Town Hall de Eddie Condon y en 1945 intentó infructuosamente tener una banda con el veterano trompetista Bunk Johnson, (cuyo permanente alcoholismo frustró el proyecto). Aproximadamente en este tiempo, los trabajos empezaron a escasear y Bechet inauguró lo que él esperaba sería una escuela de música. Sólo tuvo un pupilo principal, Bob Wilber, quien se convertiría en su protegido.

La fortuna de Bechet cambió drásticamente en 1949. Fue invitado al festival de jazz de la Salle Pleyel, en París, causando sensación, decidiendo trasladarse permanentemente a Europa. En un par de años era una celebridad mayor y un héroe nacional en Francia, aunque el público general en los Estados Unidos nunca conoció verdaderamente quién era. La década final de Bechet estuvo llena de emotivos conciertos, multitud de grabaciones e infrecuentes visitas a los Estados Unidos, antes de morir de cáncer. Sus coloridas (sino algunas veces fantásticas) memorias Treat It Gentle y la magnífica biografía de Bechet, de John Chilton, The Wizard of Jazz, (que traza su vida casi de semana en semana) son altamente recomendables. Muchas de las grabaciones de Sidney Bechet están comúnmente disponibles en CD.

Algunas personas dicen que no hubo tenor en jazz antes que yo. Sólo sé que solamente tenía una forma de tocar y nunca pensé en términos de cualquier otro instrumento que no fuera el tenor.

Coleman Hawkins

Coleman Hawkins (1904-1969)
El primero de los grandes solistas de saxofón, empezó a tocar profesionalmente alrededor de 1915, en St. Joseph, Missouri. Fue siempre un *slap-tonguing en sus primeras grabaciones. La técnica parece haber sido corriente en todas partes menos en Nueva Orleáns. Hawkins tocó saxo bajo en 1921 en una sesión con los Jazz Hounds de Mamie Smith. Su agudeza rítmica ayudó a esta banda a ejecutar un swing más intenso que el de los grupos que usaban tuba o bajo de cuerdas. Pero su principal instrumento fue el tenor, que empezó a desarrollar como solista pronto después de juntarse a la orquesta de Fletcher Henderson en 1923. Aquí tocó al lado de músicos como Louis Armstrong, Jimmy Harrison, Tommy Ladnier y Buster Bailey. Hawkins dijo una vez en una entrevista, que en esta compañía "solo tenía que tocar algo o irme a casa". Para 1927 sus solos grabados con la banda de Henderson anunciaban el florecimiento de su estilo, destacadamente decisivo.

Este estilo era, por supuesto, debido parcialmente a Louis Armstrong, el primer jazzman en hacer una clara ruptura con la tradición que confinaba a los solistas a breaks de dos o cuatro compases. Pero Hawkins pronto fue más allá que Armstrong en la creación de verdaderas "improvisaciones", que significaban la construcción de configuraciones melódicas completamente nuevas en la estructura armónica de una composición, más bien que elaborar sobre la melodía original. Por medio del uso de una lengüeta tiesa, Hawkins estaba apto para conseguir un sonido pleno, robusto, en un instrumento que en el pasado había sonado frecuentemente anémico; y su cariño por la ejecución arpegiada -en la cual un acorde dado es "extendido" con sus notas constituyentes establecidas secuencialmente- determinó, a un grado considerable, el subsiguiente desarrollo del estilo saxofonístico. Orientando a los saxofonistas hacia la extensión de los, por entonces corrientes, voceos de acordes, pavimentó el camino para las ulteriores extensiones armónicas de la era del Bebop y para las posteriores extensiones de escalas, exploradas por John Coltrane.

Hawkins fue también el primer solista de jazz, o de cualquier otro instrumento, en usar la balada popular como armazón para el establecimiento de improvisaciones. En las baladas o en los temas rápidos, Hawk desarrolla un método de fraseo que fue en alguna forma comparable al concepto de cadenza en la música europea. En la cadenza clásica, el instrumentista o cantante inserta un improvisado floreo dentro de la cadencia final de un movimiento, mientras la orquesta se detiene temporalmente. Esta idea del expresivo, frecuentemente romántico floreo, había de desaparecer enteramente, sin embargo, del arte del saxofón. Pero fue el sonido de "pecho de barril" de Hawkins, el que dejó la más duradera impresión. Fue virtualmente el único sonido de jazz, en saxo tenor, hasta el arribo de Lester Young.

Coleman Hawkins fue el primer saxofonista tenor importante y permanece como uno de los mayores de todos los tiempos. Improvisador consistentemente moderno con conocimiento enciclopédico de los acordes y armonías, Hawkins tuvo unos cuarenta años cruciales de 1925 a 1965 durante los cuales se aferró a sus postulados ante cualquier competidor.

Comenzó con lecciones de piano a los cinco años de edad, pasó al cello a la edad de siete y dos años más tarde empezó con el tenor. En un tiempo cuando el saxofón era considerado un instrumento de moda, usado en el vodevil y como pobre sustituto del trombón en las marching bands, Hawkins buscó desarrollar su propio sonido. Profesional cuando sólo contaba con doce años, ya estaba tocando en las bandas de foso de los teatros de Kansas City en 1923, cuando Mamie Smith lo contrató para que tocara con sus Jazz Hounds. Hawkins estuvo con esta cantante de blues hasta junio de 1923, realizando varias grabaciones en un rol de fondo, ocasionalmente oído en los instrumentales. Tras dejar a Smith, se inició por su cuenta en los alrededores de Nueva York, tocando brevemente con Wilbur Sweatman, y en agosto de 1923 realizó su primera grabación con Fletcher Henderson. Cuando Henderson formó una orquesta permanente en enero de 1924, Hawkins era su tenorista estrella.

Además, debido mayormente a la escasez de competidores, Hawkins fue el tenorista máximo en el jazz en 1924, su staccato es vigente pero el uso del slap-tonguing suena bastante anticuado hoy en día. Sin embargo, tras que Louis Armstrong se juntara a Henderson a finales de ese año, Hawkins aprendió del cornetista su relajado estilo legato, avanzando rápidamente. Para 1925, era verdaderamente un solista mayor y al año siguiente su solo en Stampede se volvió influyente. Hawk, quien también tocaba el clarinete y el saxo bajo en sus primeros años, estaría con la orquesta de Fletcher Henderson hasta 1934 y durante este tiempo fue el obvio líder innovador entre los ejecutantes del saxofón tenor. Bud Freeman, era casi el único tenor que no sonaba como su pariente cercano, el del recio tono, Hawkins. Además de sus solos con Henderson, Hawkins acompañó a algunas cantantes de blues, grabó con los McKinney’s Cotton Pickers y con Red McKenzie en 1929 y “cortó” su primera balada clásica testimonial, One Hour.

Para 1934, Coleman Hawkins, cansado del esfuerzo en la orquesta de Fletcher Henderson, se trasladó a Europa, pasando en ultramar cinco años de 1934 a 1939. Tocó primeramente en Inglaterra con la orquesta de Jack Hylton y luego actuó libremente a través del Continente. Su más famosa grabación del período fue la cita de 1937 con Benny Carter, Alix Combelle, André Ekyan, Django Reinhardt y Stephane Grapelli, que resultó en la ejecución clásica de Crazy Rhythm y Honeysuckle Rose. Con la cercanía de la Segunda Guerra Mundial, Hawkins regresó a los Estados unidos en 1939. Aunque Lester Young había emergido en el tenor con un estilo totalmente nuevo, Hawkins demostró que era todavía una fuerza dominante imponiéndose en unas cuantas rítmicas jam sessions. Su grabación de Body and Soul ese año, se convirtió en su más famoso registro. En 1940 condujo una gran banda que falló en hacerse popular, de manera que la desbandó y se convirtió en un habitué de la calle 52. Algunas de sus mejores grabaciones fueron cortadas durante la primera mitad de los cuarentas, incluyendo la espectacular versión en cuarteto de The Man I Love. Aunque ya tenía una veteranía cercana a los 20 años, alentó a los jóvenes músicos que se orientaban hacia el Bebop y no necesitó reajustar su estilo armónicamente avanzado para tocar con ellos.

En 1944 utilizó el cuarteto de Thelonious Monk; condujo la primera sesión oficial de grabación de Bebop, que incluía a Dizzy Gillespie y Don Byas; tuvo como compañeros a Oscar Pettiford, Miles Davis, y Max Roach al comienzo de sus carreras; realizó una gira por California con un sexteto en el que destacaba Howard McGhee y, en 1946, utilizó a J.J. Johnson y Fats Navarro en citas de grabación, todos ellos de corriente modernista. Hawkins realizo giras varias veces con Jazz at the Philharmonic de 1946 a 1950, visitando Europa en varias ocasiones, y en 1948 grabó el primer solo de saxofón sin acompañamiento, Picasso.

Para comienzos de los cincuentas, el sonido de los Four Brothers, (Stan Getz, Zoot Sims, Herbie Steward, y Serge Chaloff), inspirado por Lester Young, se había convertido en una influencia mucho mayor entre los jóvenes tenoristas, que el estilo de Coleman Hawkins que era considerado por algunos desfasado. Sin embargo, Hawkins se mantenía trabajando y grabando ocasionalmente, y para mediados de los cincuentas experimentaba un renacimiento. El ya cercanamente exitoso Sonny Rollins consideraba a Hawkins como su influencia principal, Hawkins comenzaba a hacer equipo regularmente con Roy Eldridge en un emocionante quinteto (su aparición en 1957 en el festival de jazz de Newport fue notable), y probó estar todavía en la cumbre; apareció en una amplia variedad de escenarios: desde la banda dixieland de Red Allen en el Metropole y conduciendo una cita bopística con la actuación de Idrees Sulieman y J.J. Johnson, hasta una aparición como huésped en grabaciones que incluían a Thelonious Monk, John Coltrane y, a comienzos de los sesentas, con Max Roach y Eric Dolphy. Durante la primera mitad de los sesentas, Hawkins tuvo la oportunidad de grabar con Duke Ellington, colaboró en una sesión algo excéntrica con Sonny Rollins, y aún realizó un álbum de Bossa nova, (aunque este estilo no se adaptaba a su expresividad). Para 1965, Hawkins mostraba aún la influencia de John Coltrane en sus vuelos explorativos y parecía intemporal. Desafortunadamente, 1965 fue el último buen año para Coleman Hawkins. Fuera por la senilidad o por la frustración, empezó a perder interés en la vida. Prácticamente dejó de comer, incrementando el consumo de bebida y rápidamente se consumió. Aparte de una aparición exitosa a comienzos de 1969 con Jazz at The Philharmonic, muy pocos de sus tres y medio años finales, (un periodo durante el cual mayormente dejó de grabar) está al nivel que uno esperaría del gran maestro. Sin embargo, hay docenas de espléndidas grabaciones de Coleman Hawkins comúnmente disponibles en el mercado.

*Slap-tongue: Golpe de lengua. (En los instrumentos de viento)

Carlos Alberto 26/03/2008

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