lunes, febrero 11, 2008

Escenarios de Jazz – La Trompeta en la Época pre Swing - Parte III



Básicamente blanco, el estilo Chicago de pequeña banda que a finales de los treinta se mudó a Nueva York, vino a ser conocido como Dixieland. No hay nada lógico acerca de esta designación, pero en clubes como el Nick’s y el de Eddie Condon significaba música alegre e impulsiva que lanzó a la fama a muchos esforzados trompetistas. Ciertamente el mejor de ellos fue Muggsy Spanier.

Bix Beiderbecke, 1903-1931 En alto grado, fue el prototipo de los trompetas blancos de sus días. Aunque sería absolutamente imposible comparar las influencias mutuas con Armstrong. Trágicamente, de corta vida, probablemente alcohólico, Bix realizó la mayoría de sus interpretaciones en el tedioso escenario de la orquesta de Paul Whiteman, desde la cual frecuentemente irrumpía con solos de abrumadora belleza e intensidad emocional.

Fue uno de los mayores músicos de jazz de los veintes. Su colorida vida, rápidas alzas y caídas, y eventualmente con status de mártir lo convirtió en leyenda aún antes de que muriera y hace mucho que permanece como una prueba de que no todos los innovadores en el jazz han sido negros. Poseedor de un tono distintivo y bello y de un estilo de improvisación marcadamente original, el único competidor de Beiderbecke entre los cornetistas de los veintes fue Louis Armstrong, pero debido a sus diferencias sonoras y de estilo verdaderamente no se les podría comparar.

Beiderbecke fue en algo un niño prodigio, reconociendo fácilmente canciones en el piano cuando solamente contaba con tres años. Mientras tuvo un entrenamiento convencional en el piano, aprendió por su cuenta a tocar la corneta influenciado por la Original Dixieland Jazz Band. Beiderbecke ansiaba la libertad del jazz, pero sus padres, chapados a la antigua, sentían que estaba siendo demasiado frívolo. Fue enviado a la academia militar de Lake Forest en 1921 pero, por coincidencia, ésta estaba localizada justamente cerca de Chicago, el centro del jazz en ese tiempo. Beiderbecke fue eventualmente expulsado de la Academia al perderse demasiadas clases. Tras un breve período en casa se convirtió en músico a tiempo completo. En 1923, Beiderbecke se convirtió en el cornetista estrella de los Wolverines y un año después, este esforzado grupo realizó algunas grabaciones hoy clásicos del jazz.

A fines de 1924, Beiderbecke dejó los Wolverines para juntarse a la orquesta de Jean Goldkette, pero su incapacidad para leer música resultó en la pérdida del empleo. En 1925 pasó un tiempo en Chicago trabajando en sus habilidades de lectura musical. Al siguiente año estuvo un tiempo con la orquesta de Frankie Trumbauer en San Luis. Aunque ya alcohólico, 1927 sería el gran año de Bix. Trabajó con la orquesta de Jean Goldkette (aunque la mayoría de sus grabaciones de este periodo son desafortunadamente bastante comerciales), grabando en piano su obra maestra, In a Mist (uno de sus cuatro temas originales inspirados en Debussy), cortó muchos lados ”clásicos” con un pequeño grupo encabezado por Trumbauer (incluyendo sus mayores solos: Singin’ The Blues, I’m Comin’ Virginia y Way Down Yonder in New Orleans) , firmando luego con la enorme y próspera orquesta de Paul Whiteman. Aunque algunos historiadores revisionistas posteriormente afirmarían que la amplia mezcla de repertorio de Whiteman (la mayoría fuera del jazz) llevaría a Beiderbecke a la bebida, éste verdaderamente disfrutaba del prestigio de estar con la banda más popular de la década. El solo favorito de Beiderbecke con la orquesta de Whiteman fue su parte escrita del Concerto en Fa de Gershwin.

Los solos de Beiderbecke tendían a ser cortos momentos de magia, a veces en inusuales modos, su brillante estribillo en *Sweet Sue, es un perfecto ejemplo. Estuvo productivo Hasta 1928, pero al año siguiente la bebida empezó verdaderamente a afectarlo. Beiderbecke tuvo un colapso, regresó, y luego en setiembre de 1929 fue resistentemente enviado de regreso a Davenport para recobrarse. Desafortunadamente Beiderbecke realizó unas cuantas tristes grabaciones en 1930, antes de su muerte a la edad de 28 años.

Red Nichols, 1905-1965 Fue parte importante de la escena popular en estudio de grabación desde los tempranos veintes, pero es probablemente más recordado como émulo de Bix Beiderbecke.

Sobreestimado en Europa a comienzos de los treinta, cuando sus grabaciones (pero no aquellas de sus contemporáneos negros) estaban ampliamente disponibles, y luego posteriormente subestimado y frecuentemente injustamente llamado imitador de Bix. Red Nichols fue verdaderamente uno de los más delicados cornetistas que emergieron de los veintes. Un improvisador experto cuya profundidad emocional no alcanzaba la medida de Bix o de Louis Armstrong, Nichols fue en muchas formas un emprendedor participando en muchas sesiones de grabación (frecuentemente bajo seudónimo) como cualquier otro corneta de la era, “cortando” sesiones como Red Nichols and his Five Pennies, The Arkansas Travelers, The Red Heads, The Louisiana Rhythm Kings y The Charleston Chasers entre otros, usualmente con el mismo personal.

Nichols estudió corneta con su padre, un profesor de música profesional. Tras mudarse de Utah a Nueva York en 1923, Nichols, un excelente lector de música a primera vista que podía ser siempre necesario para agregar un poco de jazz a grabaciones de bandas de baile, rápidamente se volvió muy solicitado. En sesiones a su nombre al principio, actuaba el trombonista Miff Mole y Jimmy Dorsey en saxofón alto y clarinete, tocando música avanzada que utilizaba intervalos desacostumbrados, escalas tonales completas y frecuentemente el timbal de Vic Berton, junto con rítmicos ensambles.

A finales de la década sus acompañantes incluían a grandes jóvenes talentos como Benny Goodman, Glenn Miller, Jack Teagarden, Pee Wee Russell, Joe Venuti, Eddie Lang, Adrian Rollini, Gene Krupa y al maravilloso especialista en melófono, Dudley Fosdick, entre otros. Su versión de Ida fue un sorpresivo éxito. Aunque siempre usando el nombre principal de los Five Pennies, las bandas de Nichols eran frecuentemente bastante más grandes, y para 1929 alternaba sesiones destacando orquestas comerciales mayores con pequeños combos. Al comienzo Nichols capeó la Depresión bastante bien con trabajo en espectáculos pero para 1932 su larga serie de grabaciones llegó a su fin. Encabezó una banda swing mediocre hasta 1942, dejó la música por un par de años y, por unos cuantos meses en 1944, estuvo con la orquesta Casa Loma de Glen Gray.

A fines de ese año reformó a los Five Pennies como un sexteto Dixieland y, particularmente, cuando el saxofonista Joe Rushton se convirtió en miembro permanente de la banda, fue una de las mejores agrupaciones de jazz tradicional en los siguientes veinte años. En 1959 una película ficticia de Hollywood, aunque altamente disfrutable, (con los solos de corneta por el propio Nichols), The Five Pennies, colocó a Nichols como una celebridad nacional en el ocaso de su larga carrera. Las tempranas sesiones de Nichols (las más importantes) están siendo ahora reeditadas en CD, pero no ha sido impreso ninguno de sus últimos álbumes todavía.

Bunny Berigan, 1909-1942 Es indudablemente grandemente recordado por sus espectaculares esfuerzos trompetísticos (y vocales) en I Can´t Get Started With You y por un estilo de vida semejante a la de Bix, que incluía el exceso de bebida y su triste temprana muerte. Pero como ejecutante pertenecía básicamente a los seguidores de Louis. Como ejemplo principal, está su solo y conducción en un blues nunca titulado, en una desacostumbrada Jam Session de 1937.

Bunny Berigan disfrutó de un periodo de fama relativamente breve, que duró desde 1931 hasta 1939 – para la primera mitad de esos ocho años fue un nombre que rápidamente se elevó dentro del negocio de la música y para la segunda como una estrella ante el público, destacando en las bandas en que tocaba o conduciendo su propio equipo. Y desde 1935 a 1939, fue considerado el trompetista cumbre en el jazz (siendo sus principales competidores Louis Armstrong y Roy Eldridge) Sin embargo, a despecho de la brevedad de su carrera y de su vida demasiado corta permanece como uno de los más convincentes trompetistas en la historia de la música y en el siglo XXI, seis décadas después de su muerte, su trabajo está siendo siempre permanentemente compilado en apreciados estuches que tienen gran demanda. Todo está en la absoluta calidad de su trabajo –bendecido con un hermoso tono y un amplio registro (las notas bajas de Berigan pueden ser tan memorables como sus gritos en el registro alto). Berigan llevaba emoción a cada sesión en la que aparecía. No temía tomar desafíos durante sus solos y podía ser algo irresponsable, pero su éxito y ocasionales fallas fueron siempre coloridos al oído, al menos hasta cuando se lo llevó todo con la bebida.

Muggsy Spanier, (1906-1967) Quien pasó una década enterrado en la orquesta popular de Ted Lewis, luego se lanzó en 1939 con 16 lados para Bluebird, que incluían Black and Blue, que virtualmente definió su estilo. Como la mayoría de aquellos que propiciaban el uso de sordinas, había puesto cuidadosa atención en King Oliver (con quien dijo había tocado una vez siendo adolescente) y como la mayoría de los dixielanders rindió tributo a Louis Armstrong.

Muggsy Spanier fue un predecible pero esforzado cornetista que raramente se perdía en la melodía. Perfectamente en casa en los ensambles Dixieland, Spanier fue también un emotivo solista (igualmente influenciado por King Oliver y por Louis Armstrong) Era también un experto en la sordina de jebe. Empezó en la corneta a los 13 años, tocó en la banda de Elmer Schoebel en 1921, y grabó por primera vez en 1924. Spanier fue indispensable en Chicago durante la década (apareciendo en varias importantes tempranas grabaciones) antes de juntarse a Ted Lewis en 1929. Aunque Lewis era esencialmente un showman populachero, los solos de Spanier dieron a su banda alguna validez durante los siguientes siete años en que éste estuvo en la agrupación. Tras un compromiso con la banda de Pollack (1936-1938), Spanier cayó seriamente enfermo y fue hospitalizado por tres meses. Después de recobrarse, el cornetista formó su famosa Ragtime Band, de ocho elementos, grabando 16 temas dixieland para Bluebird (etiquetados después “los dieciséis grandes”) que virtualmente definieron la música del movimiento revival del Dixieland. Pero, por cuanto su grupo verdaderamente precedió al revival en un par de años, pronto tuvo que quebrar debido a la falta de trabajo. Muggsy se juntó a la banda de Bob Crosby durante un tiempo, y tuvo su propia gran banda de corta vida. Fue músico independiente con bandas dixieland en Nueva York, y comenzando los cincuentas se reubicó gradualmente en la Costa Oeste. Durante 1957-1959 Spanier trabajó con la banda de Earl Hines y continuó tocando hasta su retiro en 1964. Visitó Europa en 1960 siempre reteniendo su popularidad en el mundo dixieland.

* De acuerdo a Bix, Man and Legend, de Sudhalter y Evans, “en ‘Sweet Sue’, Bix tocando su solo de estribillo completo, atrapó uno de sus dedos entre las válvulas y herido tocó cerca de cuatro compases con la primera válvula presionada, contaba Jack Fulton. Este pasaje, hacia el final del estribillo, suena característicamente sin afectación de sorpresa, sin ningún rastro de algo errado, salvo en la elección de Bix de las notas ejecutables con la primera válvula de la corneta.”


Carlos Alberto 11/02/2008

No hay comentarios.: