lunes, diciembre 31, 2007

Clint Eastwood y el “backstage” de “Bird”




Leonard Feather, el famoso músico, historiador y crítico de jazz, cuenta los entretelones de la película autobiográfica de Charlie “Bird” Parker y de la grabación del respectivo soundtrack.

Tal como “Bird” la película es diferente a cuanto haya precedido en los anales del jazz y el cine, el álbum “Bird” del soundtrack de la película, no tiene paralelo en la historia de las grabaciones.

Tanto el film como el singular logro musical que envuelve son debidos a la existencia de la dedicación de un fanático del jazz de toda la vida, Clint Eastwood. Como adolescente, Eastwood tocó ragtime y blues pianístico en locales de Oklahoma. Eastwood oyó por primera vez a Charlie Parker en un concierto de Jazz at the Philharmonic. La revelación fue tan impactante que hasta ahora recuerda el nombre de cada músico que tocó con Bird esa noche.

Cuatro décadas después, La historia de este genio y su desdichada vida entraron en producción, con Eastwood como productor y director. Aunque el reparto y todos los demás aspectos del proyecto tenían que ser considerado con el mayor cuidado, el problema vital era el de proporcionar música que fuera al mismo tiempo auténtica como grabada con técnicas de última generación.

El curso obvio hubiera sido la utilización de algún saxofonista alto cuyo sonido y estilo recordara al de Parker tan cercanamente como fuera ´posible. Sin embargo, tanto Eastwood como su supervisor musical Lennie Niehaus concordaban en que “cercano” no era suficiente. Sólo Bird podía tocar a Bird. Pero Bird había muerto dos años antes que aún la más simple grabación estéreo entrara en uso general. Aún sus grabaciones de estudio sufrían de limitaciones sonoras. Otras, grabadas en cinta, en equipos primitivos en clubes y casas privadas, eran aún menos utilizables en su condición actual.

Tan cierto como que Charlie Parker representaba un milagro artístico, Lennie Niehaus y sus ingenieros, encabezados por Bobby Fernández, lograron un milagro tecnológico. Usando métodos tan complejos que una explicación detallada tendría que ser dejada a las revistas de audio, retuvieron cada nota de los solos originales de Bird mediante el uso selectivo de “EQing”, filtros de volumen de ruido y otros aparatos, retirando todas las frecuencias indeseables, dejando solamente el sonido de Bird.

A través de esfuerzos interminables, el uso de informática, y la contratación de músicos adecuados, las tendencias de Bird quedaron tan resaltadas que los resultados sublimizan las ejecuciones sin ningún sacrificio del sonido original.

“He venido escuchando a Bird desde que tuve 15”, decía Lennie Niehaus, “de manera que estaba familiarizado con ciertas frases que usaba. Esto ayudó grandemente en el tremendamente complejo proceso de edición. Por supuesto, pasé incontables horas escogiendo los mejores solos, observando las ligeras variaciones de tempo y escribiendo alguna nueva música para los números de cuerdas”.

“Los músicos tenían conciencia absoluta de esta oportunidad. Monty Alexander, quien tenía 10 años cuando Bird murió, dijo: ‘Nunca imaginé que tendría una oportunidad de tocar con él –es como un sueño’. El sentimiento en el estudio, durante las sesiones de grabación, no estaba carente de magia.”

Básicamente, esto es lo que se puede oír en el álbum: cada nota de cada solo ad lib de saxo es tocada por Bird mismo. El saxo alto de Charles McPherson es oído en los pasajes de ensamble nuevamente grabados.

Los solos de Bird en KoKo, Now’s the time y Parker’s mood, fueron tomados de las grabaciones originales Savoy; Abril in Paris, procede de la versión Verve, pero con la invalorable adición de un nuevo intro y final escritos por Niehaus y tocados por un ensamble de cuerdas extendido a 12 violines, cuatro violas y cuatro cellos. Los solos de Bird en el magnífico Lester leaps in, la “obertura” del film, tanto como This time the dream’s on me y Cool blues fueron grabados en el Rockland Palace, en Harlem. Ornithology, fue probablemente una emisión radial desde el Royal Roost, en el centro.

Lo más notable de todo son los dos temas nunca grabados comercialmente por Bird. Un día Parker, visitando el hogar de un amigo, el legendario pianista Lennie Tristano que tenía un modelo anticuado de grabadora de cinta, registraron juntos I can’t believe that you’re in love with me y All of me, con un subliminal Kenny Clarke llevando el ritmo con la brocha de alambre de la batería sobre un directorio telefónico. Oyendo las limitadas grabaciones originales y luego estudiando las pistas tratadas, con Monty Alexander, Ray Brown y John Guerin, difícilmente puede uno cree en el contraste. Si Bird estuviera entre nosotros ahora, esta es, incuestionablemente, la forma en que él hubiera querido sonar. (Ray, por supuesto, tocó frecuentemente con Bird en los tempranos años, pero su creatividad y técnica han avanzado inconmensurablemente desde entonces.)

Laura, proviene de fuente desconocida, en una fecha durante la cual Parker estaba dispuesto a usar su ensamble de cuerdas. Niehaus hizo un arreglo nuevo, diferente y más largo. Estableció el modo para la orquesta, cambió el ritmo de rumba a algo más cercano al bossa nova, y reescribió las partes para cuerdas para ensamblarlas con las que usa Parker (en el original difieren ligeramente con lo que las cuerdas tocaban). Tom Boyd es el solista de oboe en los números de cuerdas.

Laura trae a la mente lo que Lennie Tristano contó acerca de la filmación de esta escena en un set de night club. Forest Whitaker no es solamente un súper actor sino también, afortunadamente, un músico de escuela que bajo la guía de Lennie aprendió a tocar el saxofón para este rol. Mientras Laura finalizaba, las lágrimas se veían corriendo por sus mejillas. Niehaus le preguntó si el humo en el set le molestaba. “No”, dijo Whitaker, “sólo que esta música es tan hermosa que me ha sobrecogido”.

Esta reacción simboliza todo el espíritu que gobernó la realización de “Bird”. Hablando de Clint Eastwood, del productor ejecutivo David Valdés, de Whitaker y de Diana Venora, quien hizo el papel de Chan Parker, y de Niehaus y varios otras comprometidos con la producción, escuché el término “trabajo de amor”, usado constantemente. “No tuve que decirles a los artistas cómo sentirse”, dijo Valdés. “Estuvo allí desde el comienzo -la integridad, la honestidad, La pasión. No me acuerdo trabajando en alguna otra película en la que todos confiaran tan profundamente.”

“Bird”, la película, es un homenaje elocuente a uno de los más persistentemente Influyentes genios musicales de este siglo. “Bird”, el soundtrack, lo encuentra tocando junto a los hombres cuya compañía nunca vivió para disfrutarla: Jon Fadis, el “joven Dizzy”; Barry Harris, Walter Davis, Jr. o Monty Alexander en el piano; Charlie Shoemaker, en vibráfono; y otros que llevan adelante la antorcha del bebop. Y, por supuesto, en Now’s the time, está Rod Rodney, amigo y asociado de Bird en un tiempo crucial en sus vidas. Permanece activo (1988) 33 años después de la muerte de Bird, y es caracterizado por Michael Zelniker en la cinta. Red mismo sirvió como consultor durante la filmación.

Muy poco después de la muerte de Charlie Parker, el graffiti “Bird Vive” empezó a ser visto en las paredes y aceras de Nueva York. Ahora, en un sentido nuevo y verdaderamente mucho más real, Bird existe tan vívida y convincentemente como su ausencia física lo permite. Aquellos de nosotros que lo conocimos e idolatramos, y millones más que pueden encontrar aclaración en este proyecto, tanto en la pantalla como en el sonido, estarán siempre en deuda con Clint Eastwood.

Carlos Alberto 31/12/2007

1 comentario:

Anónimo dijo...

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