sábado, julio 05, 2008

El Clarinete en el Jazz - Parte XIV



Irving Fazola (1912-1949) Apodado Fazola o simplemente Faz, nació Irving Henry Prestopnik, adquiriendo el sobrenombre desde su niñez debido a su talento para el solfeo (fa, sol, la …) Adoptó el nombre tan decididamente que muchos de sus colegas no estaban conscientes de su verdadero nombre.

Fue un gran clarinetista particularmente dotado para el contrapunto y la ejecución del blues, influenciado desde temprano por Leon Roppolo a quien continuó admirando toda su vida. Irving Fazola empezó estudiando el saxofón afinado en do y el clarinete a la edad de 13 años, actuando en Nueva Orleáns con Candy Candido, Louis Prima, Sharkey Bonano y Armand Hug, antes de unirse a Ben Pollack en 1935. Se dirigió al norte con la orquesta de Pollack en 1936, donde en Nueva York y Chicago tocó en contratos de residencia. En 1938 Fazola se unió a la banda de Bob Crosby donde su labor lo llevó a la fama. Fazola estuvo categorizado como número uno en las encuestas de Down Beat de 1940 y 1941 como clarinetista cumbre de swing sobrepasando a los grandes de la época como Benny Goodman, Artie Shaw y Edmond Hall. Estaba influenciado por entonces por el gran Jimmie Noone, como lo demuestra en el tema My Inspiration, con la banda de Crosby. Entre finales de los treinta y durante los cuarentas, Fazola retornaba periódicamente a Nueva Orleans, mientras seguía tocando con diferentes grandes bandas que incluían a Augie Schellang, Gus Arnheim, Glenn Miller, Ben Pollack, Bob Crosby, Jimmy McPartland, Tony Almerico, Claude Thornhill, Muggsy Spanier, Teddy Powell, y Horace Heidt. Fazola regresó a afincarse definitivamente en Nueva Orleans después de 1943 debido a su pobre salud, donde tocó con diferentes pequeños grupos así como volvió a reunirse tanto con Almerico como con Leon y Louis Prima. Tuvo además un espectáculo de radio en la estación WWL, algunas veces con su propia banda, además de Almerico y de los Prima.


Fazola, todo un personaje además, destacaba por su apariencia descuidada y desaliñada y por su desmedido afán por la comida que lo condujo a la obesidad. Sus colegas contaban que lo animaban a una mayor fama que lo esperaba en las grandes ciudades del norte, pero Fazola contestaba sentirse cómodo en su ciudad natal con su maravillosa comida.

Su estilo influenció a Pete Fountain. Fountain tomó el lugar de Fazola después de su muerte, obteniendo el clarinete de Faz. Fountain contaba anecdóticamente que el olor a ajo que producía el instrumento cuando se calentaba, hacía virtualmente imposible tocar en él, aún después de haber sido reacondicionado por la fábrica.

Fazola murió de un ataque al corazón

Jimmy Hamilton (1917-1994) Miembro de por vida de la orquesta de Duke Ellington, el tono cool, carente de vibrato y avanzado estilo (que fue definitivamente influenciado por el bop) de Jimmy Hamilton, incomodaba a algunos escuchas más acostumbrados al sonido cálido de estilo Nueva Orleáns de Barney Bigard, pero Hamilton eventualmente los convenció con sus brillantes ejecuciones. En oposición a la forma en que sonaba en clarinete, las ocasionales ejecuciones de Hamilton en el saxofón tenor eran tanto temerarias como sentimentales. Antes de juntarse con Ellington, Hamilton había trabajado con Lucky Millinder, Jimmy Mundy, Bill Doggett y más notoriamente con el sexteto de Teddy Wilson de 1940 a 1942, y con Eddie Heywood y Yank Porter, llegando también a grabar con Billie Holiday. Hamilton estuvo con Ellington durante 25 años, desde 1943 hasta 1968, teniendo destacadas interpretaciones como en Air Conditioned Jungle y Ad Lib on Nippon, además de otros incontables temas. Tras dejar a Ellington, Hamilton se trasladó a las Islas Vírgenes, donde tocó y enseñó música en escuelas públicas. Regresó a los Estados Unidos para tocar con Clarinet Summit de John Carter en 1981y 1985, y algo en contratos en Nueva York entre 1989 y 1990, pero de otra manera, se supo poco de sus últimos años. Jimmy Hamilton sólo tuvo algunas escasas posibilidades de grabar como líder, mayormente en citas para Urania (1954), Everest (1960), Swingville (dos en 1961), y un álbum para Who's Who en 1985.


John Kenneth Davern (1935 – 2006)

Puede bien ser el más consumado y ciertamente es el mayor saxofonista soprano lírico existente.

Nat Hentoff, New York Times.

Mejor conocido como Kenny Davern, fue uno de los clarinetistas líderes de su generación.

De ascendencia judío-irlandesa, pero católico, su bisabuelo Alfred Roth, había sido coronel de la caballería austro-húngara, el más alto rango accesible para un judío en el ejército imperial de los Habsburgo.

Tras oír por primera vez a Pee Wee Russell, quedó convencido que sería músico de jazz, y a la edad de 16 se afilió a la unión de músicos, inicialmente como ejecutante de saxofón barítono. En 1954 se juntó a la agrupación de Jack Teagarden y solamente tras unos pocos días de estar con la banda hizo sus primeras grabaciones de jazz. Trabajó posteriormente con las bandas conducidas por Phil Napoleon y Pee Wee Erwin antes de juntarse a los Dukes of Dixieland en 1962. Los finales de los sesenta lo encontraron actuando en forma libre, entre otros, con Red Allen, Ralph Sutton, Yank Lawson y con su amigo de toda la vida, Dick Wellstood.

Por este tiempo había también tomado el saxofón soprano, y cuando en el festival de Colorado Jazz, de Dick Gibson, un encuentro casual y espontáneo haciendo pareja con Bob Wilber se convirtió en un gran suceso, uno de los más importantes grupos de los setentas, el Soprano Summit, había nacido. Co-dirigido por Wilber y Davern, ambos alternándose entre clarinetes y varios saxofones, el Soprano Summit, disfrutó de una muy exitosa cadena de éxitos en grabaciones y conciertos durante los siguientes cinco años. Cuando el grupo se desbandó en 1979, Davern se dedicó solamente a tocar clarinete, prefiriendo formatos de tríos con piano y batería. Su colaboración con Bob Wilber revivió en 1991; el nuevo grupo fue llamado Summit Reunion. Al conducir sus propios cuartetos desde 1990, Davern prefirió la guitarra al piano en la sección rítmica, empleando a Bucky Pizzarelli, Howard Alden y James Chirillo.

En 1997 fue inducido al Salón de la Fama de la universidad de Rutgers y en el 2001 recibió el doctorado honorario en música del Hamilton College, en Clinton, Nueva York. En suma, a los grandes del jazz que lo inspiraron, Kenny Davern señala al clarinetista clásico David Weber, principal solista de clarinete con la New York City Ballet Orchestra, como a su más importante profesor.

Aunque tocaba principalmente en escenarios de jazz tradicional y de swing, sus intereses musicales incluían un rango de estilos mucho más amplio. En 1978 colaboró con músicos de vanguardia como Steve Lacy, Steve Swallow y Paul Motian en un álbum inspirado en el free jazz, titulado apropiadamente Unexpected –Inesperado. En adición a sus logros en el jazz, su ardour y conocimiento de la música clásica fue enciclopédico, particularmente sobre el trabajo del conductor Wilhelm Furtwängler.


Especialmente desde que se concentró en la ejecución exclusiva del clarinete, Kenny Davern recurrió a su propia maestría sin paragón en el instrumento. Un tono redondo, lleno, especialmente “de madera” en el registro chalumeau, combinado con inflexiones de tono altamente personales y con una habilidad para alcanzar las notas más arriba de la extensión convencional del clarinete, lo que ha hecho que su sonido sea inmediatamente reconocible. A finales de los ochentas el New York Times lo proclamó “el supremo clarinetista de jazz hoy en día”.

Kenny Davern murió de un ataque al corazón en su hogar de Sandia Park, en Nueva Méjico.

Bob Wilber (1928 - ) A través de su larga carrera, Bob Wlber ha hecho mucho, como dedicado defensor, por mantener vivo al jazz clásico presentando piezas de jazz tradicional ejecutadas de manera contemporánea. Algo desubicado, por cuanto la mayoría de los ejecutantes de su generación estuvieron mucho más interesados en el bebop y en el hardbop, Wilber, junto con Kenny Davern, Ralph Sutton y Dick Wellstood fue uno de los pocos en su grupo contemporáneo en adherirse a la música pre-bop. En La escuela secundaria formó una banda que incluía a Wellstood y como adolescente se presentó en el club Jimmy Ryan de Nueva York, antes de convertirse en protegido de Sidney Bechet y conduciendo su propio grupo joven, los Wildcats, con quienes realizó sus primeras grabaciones, Su cercana asociación con el predominante Sídney lo condujo a una pequeña crisis de personalidad en los cincuentas mientras buscaba encontrar su propia voz. Wilbert estudió con Lennie Tristano y formó The Six, un grupo que trataba de modernizar el jazz de los inicios.

Cuando acabó esa etapa, en 1957 se juntó a la banda de Bobby Hackett por el término de un año. A través de los sesentas se volcó al dixieland con Eddie Condon y Jack Teagarden, actuando también en forma libre. En 1968 se convirtió en miembro fundador de la World’s Greatest Jazz Band, y en 1973 formó el Soprano Summit junto a Kenny Davern, uno de los grupos cumbre de orientación swing de esa década. Unos años más tarde, la banda quebró y a finales de los setentas formó con su esposa la cantante Pug Horton, la Bechet Legacy Band donde también actuaban tanto Glenn Zottola como Randy Sandke en trompeta y que ha continuado tocando hasta estos días.

En suma, Bob Wilber ha trabajado con la New York Jazz Repertory Company, ha producido música con su sello Bodeswell, escribió el soundtrack para la cinta The Cotton Club (1984) y en 1988 condujo una banda en el Carnegie Hall, para celebrar el 50 aniversario del famoso concierto de Benny Goodman. La actividad en educación jazzística de Wilber comprende además su trabajo como director del Smithsonian Jazz Repertory Ensemble.

Influenciado en el saxofón soprano, alto y clarinete, por Bechet, Hodges y Goodman, respectivamente, Wilber adquirió desde temprano su propio sonido en cada uno de los instrumentos mencionados. Ha grabado con asiduidad a lo largo de los años para diversas etiquetas, entre otras Arbors, en los noventas y en el 2000.

Anecdóticamente, en febrero del 2007, Bob Wilber y su esposa acompañados por la orquesta del crucero Seven Seas Mariner, tocó numerosas ejecuciones solamente para el auditorio de salón. A bordo del navío, Wilber como pasajero, describió las ejecuciones como jam sessions, por cuanto eran espontáneas y carentes de ensayo.

Wilbert ha escrito sus sinceras memorias Music Was Not Enough (La música no fue suficiente) Oxford University Pres, 1988.


Carlos Alberto 05/07/2008

1 comentario:

Mauricio Alberto dijo...

Dios les bendiga grandemente!! hace aproximadamente 7 meses tuve oportunidad de adquirir un clarinete en B bemol, de manera autodidacta y hasta milgrosa (ja ja ja ) he podido sacarle uno que otro sonido bonito al clarinete, no obstante me agradaria obtener con su apoyo algunas técnicas, tips, etc con los cuales aprender a dominar el "vibrato" "respiracion circular", qué aspectos considerar al improvisar dentro de una escala determinada, etc , etc. mil gracias por su ayuda !!!!