lunes, agosto 13, 2007

Sidney Bechet – El Mundano Aventurero - Parte II

Durante los así llamados "años locos" de fines de los veintes, cuenta Pierre Lafargue, los Ambassadors montaron un nuevo espectáculo en París: el Fourth Ambassadors Show of 1929. El director musical de los Ambassadors había hecho todo lo que estaba a su alcance para asegurar el éxito del espectáculo. Tenía una larga lista de artistas estrella de muchas naciones unidos bajo la resplandeciente bandera del exotismo que no era más que otra moda pasajera en la "Ciudad de las Luces" durante los años de posguerra.

La orquesta negra de Noble Sissle presentó a su clarinetista Sidney Bechet, a la sazón por los treinta años, como solista al lado del cantante de espirituales negros George Dewey Washington (por entonces estrella de una película del teatro Madeleine), de los Children of China, los Vagabonds of Borrah -grandes lores de la armónica- , de los Waring's Pennsylvanians y media docena de otros espectáculos. Con su rimbombante ejecución del St. Louis Blues, Bechet, el auténtico músico de Nueva Orleáns, desató el entusiasmo del público. Esta fue una verdadera ejecución audio-visual circunscrita para seducir a la gente que había sólo conocido las formas dulces del jazz -el embarazoso ersatz inventado por gente como Ted Lewis y Boyd Senter.

Noble Sissle quien se había convertido en el cantante y maestro de ceremonias de moda, organizó una gran banda de jazz en 1929, incluyendo a algunos hombres sobresalientes y siempre ofreciendo algunas interesantes interpretaciones aún cuando no se contaba entre las bandas cumbre de la época. Encantado por las condiciones en Francia, tan favorables para el jazz, Sissle, llevó su orquesta a París, al mundo de Sidney Bechet y Tommy Ladnier. Escuchando la primera versión de Loveless Love (1931), The Basement Blues y Roll on Mississippi, Roll on, uno quedará pasmado por el "force de frappe" de esta orquesta, que emana del esfuerzo combinado de dos ejemplares y talentosos solistas, cuyo lirismo y poder alcanzan el más alto grado de intensidad.

Bob Wilber, famoso ejecutante de lengüetas y alumno predilecto de Bechet, (formó una banda en su honor, la Bechet Legacy), analiza las grabaciones de Bechet-Ladnier del período 1932‑1941, que aunque realizadas cuando la carrera de Bechet se hallaba en una marea en retroceso, lo encuentran en el pináculo de su fuerza interpretativa. Fue un período cuando había restringido la cruda exuberancia mostrada en los discos con los Blue Five de 1920, pero no complaciéndose en el sobre sentimentalismo que marcó algunos de sus trabajos en los últimos años. Sus socios musicales variaban grandemente en estilo, pero la mayoría eran excelentes ejecutantes, abarcando una gama que comprendía desde el veterano de Nueva Orleáns Jelly Roll Morton, hasta el inflamado trompetista de 24 años, Charlie Shavers.

De regreso a Nueva York, Bechet y Ladnier decidieron establecer un conjunto para el Savoy Ballroom al cual llamaron los "New Orleans Feetwarmers". El sonido de esta reunión quedo preservado para la posteridad mediante algunas brillantes grabaciones hechas en 1932. (Indian Summer, Wild man Blues, Stompy Jones, Blues in the air, The Mooche, Twelfh Street rag, What is this thing called love?) Pero la crisis económica causó estragos en los Estados Unidos. Los teatros, clubes nocturnos y salones de baile tuvieron que cerrar, enviando a muchos músicos a las filas de los desempleados. Muchos encontraron otros trabajos mientras esperaban que los efectos de la desastrosa depresión pasaran. Sidney Bechet abrió una lavandería en el centro de Harlem sin ceder enteramente a su jazz. Después de un día de trabajo Sidney se reunía con sus amigos músicos para unas felices jam sessions en su tienda. Noble Sissle estaba también entre ellos.

En 1934, Noble Sissle nuevamente se lanzó a la aventura en una gran orquesta sacando provecho de la mejoría de las condiciones. Bechet fue nuevamente uno de los más importantes elementos en el grupo para los próximos cuatro años. Cinco piezas reflejan la nueva feliz era: la segunda versión de Loveless Love, Polka Dot Rag, (Noble Sissle and his International Orchestra, 1934), You Can't Live In Harlem, Tain't A Fit Night Out For Man or Beast y Rhythm Of Broadway Moon, (Noble Sissle and his Orchestra, 1936). Ellas fueron grabadas en Chicago y Nueva York. Varios de esos títulos como los grabados el 11 de Marzo de 1936 (los tres últimos citados), evocan los musicales de la época cuando la orquesta de Sissle era parte de la escena.

El 10 de Febrero de 1938, Sidney Bechet grabó cuatro piezas encabezando un pequeño grupo de músicos seleccionados de la gran orquesta: Viper Mad, Black Stick Blues, When The Sun Sets Down South y Sweet Patootie. Estas piezas se han convertido en “clásicos" entre las grabaciones del clarinetista soprano. Son dignas de atención para algunos críticos como Charles Delauney. Wilbert Kirk (quien no figura en los registros) fue el único percusionista en estas sesiones, mientras O'Neil Spencer era simplemente el vocalista. Sin embargo, de acuerdo a Brian Rust y otros críticos, Spencer había asumido el doble rol de baterista y cantante.

Las cuatro piezas grabadas el 26 de Mayo: Freight Train Blues, Trixie Blues, My Daddy Rocks Me (parte 1 y parte 2), presentan a la cantante de blues Trixie Smith acompañada por un grupo de estudio dominado por Sidney Bechet, que nunca perdió su entusiasmo improvisando sobre las buenos, viejos 12 compases, un joven Charlie Shavers -prominente en el sexteto de John Kirby-, Sammy Price, Teddy Bunn -dos eminentes expertos en blues, tanto como la sección de ritmo, todos hicieron una excelente contribución a la sesión.

En 1939, mientras dirigía un cuarteto en el Log Cabin, un pequeño club en las afueras de Nueva York, Bechet recibió una llamada de su viejo amigo Ferdinand "Jelly Roll" Morton. Jelly cuya suerte había descendido más que la de Bechet, necesitaba toda la ayuda que pudiera conseguir y Sidney manejó toda la noche para hacer una cita de grabación temprano en la mañana. Por unas breves pocas horas, Morton estaba de nuevo en la cumbre, reviviendo los días de Chicago de los años veintes cuando era artista de grabación número uno de los discos Victor. En una memorable ejecución de la marcha tradicional de Nueva Orleáns, High Society, Bechet junta su talento al de su amigo de niñez, el clarinetista Albert Nicholas. Con la asignación a Sidney de la difícil tarea de presentar el clásico coro, test de clarinete, tocado en soprano. Nicholas se acerca a la altura del maestro esta vez. En todo caso, High Society nunca sonó mejor.

En mayo de 1940, Sidney Bechet volvió a reunirse para grabar con Louis Armstrong, fueron dos las únicas oportunidades en las carreras de estos dos genios en que pudieron grabar juntos. Fueron cuatro temas de blues clásicos: Coal Cart Blues, 2:19 Blues (Mamies’ Blues), Down In Honky-Tonk Town y Perdido Street Blues.

En el curso de los siguientes años, Sidney Bechet actuó en conciertos, clubes de jazz, participando en una multitud de sesiones de grabación. Todas estas contribuyeron a acrecentar su fama. Pero el verdadero pico de ésta fue alcanzado con sus conciertos en la Salle Playel, en 1949, siendo todo parte del festival de jazz de París. Bechet decidió establecerse en Francia, se convirtió en un parisino adoptivo y los fanáticos del jazz, aunque desacostumbrados a tal fenómeno, participaron en la transformación de un jazzman norteamericano en un músico popular francés, estrella de los music halls, radio, televisión y cine, un "best seller" de los discos y en el ínterin manteniendo siempre su alto estándar de calidad.

En una entrevista, hace un par de años, Bob Wilber, manifestaba que Bechet había sido una inspiración para él durante toda su vida. Cuando en 1946 Bechet pensó que el jazz estaba cambiando y que nadie estaba interesado en lo que él hacía, decidió fundar una escuela de música. Wilber habló con él y fue el primer alumno en inscribirse, prácticamente el único -o cuando menos el único que continuó. Meses después Bechet le dijo, “Bob, ¿por qué no se traslada aquí?. Estoy trabajando en una pieza para ballet clásico y Ud. podría ayudarme”. Wilber se mudó y fue a vivir con él. Contaba que en vez de tener tres clases semanales, estas se convirtieron en diarias, tocando duetos hasta las cuatro de la madrugada. Este fue el mayor entrenamiento que tuvo con Bechet. Decía que era un hombre de tremenda integridad, con fe en su música. Continuaba creando y componiendo bellas melodías hasta su muerte. Bechet vivió en Francia los últimos 10 años de su vida, donde alcanzó un enorme éxito, como nunca lo había soñado, convirtiéndose en un héroe nacional y vendiendo millones de discos. En Francia existe una estatua en su honor. Es un héroe increíble allí.

Los admiradores de Sidney Bechet lamentaron su muerte el 14 de mayo de 1959, tras severa enfermedad. De acuerdo al trompetista Roger Guérin, Sidney Bechet había siempre vivido a todo dar, tanto en su vida privada como en su carrera, dando todo de sí sin vacilaciones durante toda su vida rica y plena. Para Sidney, la vida fue una continua fiesta en la cual sus grabaciones resuenan como ecos de campanas.


Carlos Alberto 13/08/2007

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